Algunos bañistas saltan al agua desde grandes alturas o sin tener en cuenta la profundidad del lugar y los peligros que conllevan
Estas zambullidas en playas, piscinas y ríos pueden tener consecuencias irreversibles para la víctima y sus familiares
Durante las vacaciones, muchas personas se refrescan y divierten en playas, piscinas y ríos lanzándose al agua sin tener en cuenta los peligros asociados con los saltos imprudentes, ya que estas acciones pueden causar lesiones medulares graves con consecuencias devastadoras en la vida de la persona que lo sufre y en la de sus familiares
Por este motivo, los expertos intensifican las advertencias sobre los peligros asociados a este tipo de prácticas en época estival ya que es el momento en el que se producen más accidentes relacionados con estas prácticas. Carlos Alberto Villarón, profesor de Fisioterapia de la Universidad Europea de Valencia, explica que “la gente joven es normalmente la que tiende a hacer zambullidas sin conocer la profundidad de lugar”, y añade que “se producen muchos tipos de lesiones, algunas de ellas leves, como, por ejemplo, una fractura de rodilla o tobillo, aunque hay muchas otras en las que si el salto se produce de cabeza sí podría suponer un impacto a nivel craneal y lesiones de médula muy graves que pueden provocar tetraplejia”.
En este sentido, Villarón asegura que “la gravedad de las lesiones medulares varía, desde parálisis temporal hasta parálisis permanente y pérdida de la función motora y sensorial”. Por otra parte, el profesor de Fisioterapia de la Universidad Europea de Valencia señala que, además del impacto físico y emocional que supone para la víctima, estas lesiones también tienen un impacto significativo en las familias porque en la mayoría de los casos tienen que adaptar otros aspectos de su vida, como la vivienda. “No tenemos viviendas adaptadas al manejo de sillas de ruedas o grúas, tampoco solemos tener camas acondicionadas ni cuartos de baños preparados con las dimensiones requeridas, que suelen ser bastante grandes”, afirma.
“Es una lesión que te condiciona la vida y, lamentablemente, le suele pasar a gente muy joven” insiste Carlos Villarón, al tiempo que pide no forzar situaciones de riesgo y evitar los saltos de cabeza, así como evaluar riesgos y tomar decisiones informadas. Además, recomienda tener cuidado cuando se practiquen actividades deportivas, “hay que tenerlo todo controlado y si la actividad se realiza con monitores, no pueden salirse de la norma en ningún momento” y recuerda que “la mejor prevención es evitar el riesgo”.