El derecho a la educación es un derecho humano fundamental que también está recogido en la Constitución Española. Por tanto, los centros educativos del país deben garantizar que se cumpla para todos sus alumnos en igualdad de condiciones. En este sentido, la atención a la diversidad se ha convertido en un factor clave.
No existe ningún plan de estudios que sea efectivo para todo el alumnado, ya que en cualquier centro hay estudiantes con necesidades educativas especiales (o NEE) que requieren de adaptaciones curriculares y de otras medidas de apoyo.
Titulaciones como el Máster en Educación Especial forman a los profesionales de la educación para que sepan ajustarse a las demandas de este tipo de estudiantes. Pero ¿qué son exactamente las necesidades educativas especiales? A continuación, veremos qué alumnos entran dentro de esta categoría y qué medidas deben tomar el profesorado y el personal de un centro para apoyarlos en su aprendizaje.
En el sistema educativo actual, se consideran alumnos con necesidades educativas especiales todos aquellos estudiantes que necesitan atención específica debido a algún tipo de discapacidad (ya sea psíquica, física, cognitiva o sensorial) o a un trastorno grave de la conducta. Algunas de las razones por las que podríamos considerar que un alumno tiene NEE son las siguientes:
Existen más causas por las que un estudiante puede presentar NEE, y una escuela inclusiva debe dedicar la atención adecuada a todas ellas. Para ello, hay que contar también con pedagogos, profesionales de la psicología y la colaboración de las familias.
Asimismo, es importante saber diferenciar entre alumnos con NEE y alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE). Este segundo término es más amplio, y engloba otros problemas que pueden dificultar el aprendizaje si no se realizan las adaptaciones necesarias: Trastorno por Déficit de Atención, incorporación tardía al sistema educativo, una situación personal de vulnerabilidad o altas capacidades intelectuales.
Las medidas que se toman a nivel educativo para adaptarse a las necesidades de los alumnos se denominan adaptaciones curriculares y pueden ser de dos tipos: significativas y no significativas. Las adaptaciones curriculares no significativas están relacionadas con la duración y la metodología de las actividades, así como con los instrumentos de evaluación. En momentos puntuales, cualquier alumno puede precisar de ellas.
No obstante, en el caso de los alumnos con necesidades educativas especiales, por el nivel de la discapacidad o la gravedad de los trastornos que presentan, generalmente hay que implementar adaptaciones curriculares significativas. Estas van más allá de las técnicas de enseñanza y afectan al contenido de las asignaturas: es posible suprimir módulos del currículum para estos estudiantes y adaptar los objetivos de aprendizaje en función de sus necesidades individuales.
En algunos casos, los alumnos con NEE pueden necesitar profesores de apoyo, especializados en Pedagogía Terapéutica o de Audición y Lenguaje, que complementen la labor de los docentes habituales de su clase.
Para lograr una integración total de los alumnos con necesidades educativas especiales en el sistema educativo es necesario ir más allá de las adaptaciones curriculares. Tanto a nivel nacional como europeo, existen distintos planes de actuación que contemplan una serie de medidas para favorecer la inclusión. Estas son algunas de ellas:
Para la correcta implementación de estas medidas, es importante la intervención de múltiples profesionales. Por un lado, existen diferentes masters online en Educación que preparan a los docentes para gestionar las necesidades educativas especiales de sus alumnos. Asimismo, estudiar una FP en Integración social es una gran opción para quienes quieran dedicarse a creación de un entorno educativo más inclusivo. Consulta nuestra oferta académica y prepárate para tratar con estudiantes de todo tipo y atender correctamente a la diversidad en las aulas.