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Las actividades de psicomotricidad infantil son una de las mejores formas de fomentar el desarrollo físico y cognitivo de un niño. No solo porque les ayuda a aprender sobre sí mismos y su entorno, sino también porque lo pueden hacer mientras se divierten.
A continuación, profundizamos en la importancia de integrar la psicomotricidad infantil como un recurso esencial en el entorno educativo. También, te damos algunas ideas de juegos de psicomotricidad infantil que se incluyen en programas académicos como el Curso de Psicomotricidad Infantil y el Máster en Atención Temprana, impartidos en la Universidad Europea.
La psicomotricidad infantil es una disciplina que favorece el proceso de desarrollo integral de un niño, tanto física como psíquicamente. A través de ejercicios individuales y grupales como correr, bailar, pintar y manipular objetos, el niño adquiere conciencia de su cuerpo y su mente, familiarizándose con referencias espaciotemporales y desarrollando habilidades personales y sociales. En definitiva, es una combinación de diversión y aprendizaje en uno solo.
Docentes y psicólogos infantiles afirman que promover la psicomotricidad durante los años de atención temprana (entre los 0-6 años) es primordial para el desarrollo de un niño, a todos los niveles: motor, cognitivo y socioafectivo. Durante esta etapa, los niños tienen una mayor plasticidad cerebral y se crean más conexiones neuronales, lo que se traduce en una mejor asimilación del aprendizaje ante experiencias y conocimientos nuevos.
Entre los beneficios más relevantes que un niño puede experimentar al practicar actividades de psicomotricidad infantil en edad temprana, se encuentran:
Muchas de nuestras habilidades las adquirimos de manera natural con el paso de los años. Sin embargo, otras necesitan ayuda adicional para su aprendizaje o mejora, y esta se encuentra en las sesiones de psicomotricidad. En edades tempranas, como es el caso de los estudiantes de Educación Infantil y Primaria, estas clases están diseñadas para que los niños maduren física y psíquicamente mediante ejercicios y juegos.
Entre los principales objetivos de una sesión de psicomotricidad infantil, se encuentran:
Aquí te dejamos una pequeña propuesta de ejercicios y juegos de psicomotricidad infantil dividida según las áreas del desarrollo infantil que se trabajan:
Los juegos de equilibrio, como caminar sobre una línea o una viga baja, contribuyen al desarrollo de la coordinación motora y fortalecen los músculos.
Actividades que implican seguir instrucciones secuenciales, como completar un circuito psicomotriz en etapas específicas, estimulan el pensamiento lógico.
Juegos cooperativos, como trabajar en equipo para superar obstáculos en un circuito, fomentan la colaboración, el compañerismo y la resolución de problemas en conjunto.
Sesiones de danza y expresión corporal permiten a los niños liberar emociones a través del movimiento, promoviendo la conciencia emocional y el manejo saludable de los sentimientos.
Ejercicios que incluyen descripciones verbales, como explicar una rutina de movimientos o dar instrucciones durante un juego, contribuyen al desarrollo del vocabulario y la expresión oral.
Explorar texturas en actividades de manipulación, como jugar con arena, agua o masas sensoriales, estimula los sentidos táctiles y mejora la capacidad de procesar información sensorial.
Participar en juegos rítmicos, como seguir el ritmo de la música con movimientos corporales, mejora la percepción del ritmo y la coordinación auditivo-motora.
Actividades que implican la manipulación de objetos pequeños, como construir con bloques o realizar manualidades, desarrollan la destreza manual y la coordinación mano-ojo.
Juegos que requieren que los niños identifiquen partes específicas de su cuerpo, como "Simón dice" con movimientos corporales, fortalecen la conciencia corporal y la identificación de partes del cuerpo.
Actividades creativas, como inventar relatos o representaciones teatrales, estimulan la imaginación y fomentan la expresión a través del cuerpo.
Los juegos de equilibrio, como caminar sobre una línea o una viga baja, contribuyen al desarrollo de la coordinación motora y fortalecen los músculos.
Actividades que implican seguir instrucciones secuenciales, como completar un circuito psicomotriz en etapas específicas, estimulan el pensamiento lógico.
Juegos cooperativos, como trabajar en equipo para superar obstáculos en un circuito, fomentan la colaboración, el compañerismo y la resolución de problemas en conjunto.
Sesiones de danza y expresión corporal permiten a los niños liberar emociones a través del movimiento, promoviendo la conciencia emocional y el manejo saludable de los sentimientos.
Ejercicios que incluyen descripciones verbales, como explicar una rutina de movimientos o dar instrucciones durante un juego, contribuyen al desarrollo del vocabulario y la expresión oral.
Explorar texturas en actividades de manipulación, como jugar con arena, agua o masas sensoriales, estimula los sentidos táctiles y mejora la capacidad de procesar información sensorial.
Participar en juegos rítmicos, como seguir el ritmo de la música con movimientos corporales, mejora la percepción del ritmo y la coordinación auditivo-motora.
Actividades que implican la manipulación de objetos pequeños, como construir con bloques o realizar manualidades, desarrollan la destreza manual y la coordinación mano-ojo.
Juegos que requieren que los niños identifiquen partes específicas de su cuerpo, como "Simón dice" con movimientos corporales, fortalecen la conciencia corporal y la identificación de partes del cuerpo.
Actividades creativas, como inventar relatos o representaciones teatrales, estimulan la imaginación y fomentan la expresión a través del cuerpo.
Como ya hemos comentado, la psicomotricidad infantil consiste en una serie de técnicas que ayudan a que un niño alcance su madurez física y mental. Este proceso es progresivo, es decir, no todas las habilidades se asimilan de golpe; hay una edad para adquirir cada una de ellas.
Ahora bien, aunque suele seguirse el mismo patrón de aprendizaje, no todos los niños tienen el mismo ritmo. A algunos les puede costar más que a otros, y no necesariamente tiene que deberse a una patología.
En circunstancias así, cuando el desarrollo resulta algo más lento de lo habitual, los estudiantes del Grado en Educación Infantil y del Grado en Educación Primaria online (y futuros maestros) juegan un papel fundamental. Es importante que sean capaces de detectar las fortalezas y debilidades de cada estudiante, así como estimular, proporcionar las herramientas necesarias y programar las actividades de psicomotricidad infantil adecuadas para que este desarrolle sus capacidades al 100 %.