Los pilotos y la tripulación aérea están expuestos a un gran número de estímulos estresantes durante el vuelo, que pueden ser debidos a las condiciones ambientales (ruidos, vibraciones…) o aquellos relacionados con las exigencias psicofisiológicas del contexto (fatiga física y psicológica, desorientación espacial…). Todos estos factores pueden afectar negativamente al rendimiento y a la integridad física de los profesionales, por lo que el entrenamiento en entornos simulados se convierte en un factor clave.
Vicente Javier Clemente Suárez, José Francisco Tornero Aguilera y Jaime Gil Cabrera, profesores e investigadores en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad Europea, han analizado la respuesta psicofisiológica, la excitación cortical y la modulación autónoma de los pilotos y el personal médico de la tripulación durante la exposición a la desorientación, considerando para el estudio variables como el sexo, la experiencia, las horas de vuelo y el índice de masa corporal (IMC). En total, han participado 47 soldados (37 hombres y 10 mujeres, 22 tripulantes médicos y 25 pilotos de combate) de las Fuerzas Aéreas españolas, los cuales se enfrentaron 25 min de desorientación vestibular, propioceptiva y visual. La investigación, titulada “Determining the psychophysiological responses of military aircrew when exposed to acute disorientation stimuli”, ha sido publicada en BMJ Military Health.
Entre los principales resultados destaca que la exposición a la desorientación produce un aumento significativo de la excitación cortical y una disminución del sistema nervioso parasimpático, algo que se observó tanto en los pilotos como en el personal médico de la tripulación.
Siguiendo esta línea, el profesor Vicente Javier Clemente Suárez, miembro del Grupo de Investigación en Psicofisiología Aplicada de la Universidad Europea, junto con su compañero Álvaro Bustamante Sánchez, han profundizado en el análisis de esta desorientación sobre la respuesta psicofisiológica de 39 pilotos varones del Ejército y del Aire, antes y después del entrenamiento de desorientación, atendiendo también a la fuerza muscular y a la percepción de la tripulación.
El entrenamiento en desorientación produjo un aumento en el estrés y esfuerzo de los pilotos de helicópteros y en los de transporte. Además, la fuerza de agarre de los primeros sujetos se vio más afectada negativamente. Estos resultados, de interés para mejorar el entrenamiento específico para una mejor preparación de los pilotos que se enfrentan a diversas amenazas de desorientación, han sido publicados en Springer Science + Business Media bajo el título “Psychophysiological Response to Disorientation Training in Different Aircraft Pilots”.