La creatividad de los estudiantes de la Universidad Europea vuelve a dejar huella en el mapa de Madrid. El Ayuntamiento ha otorgado el primer premio del concurso de ideas ‘Sueña Madrid 2025’ al proyecto ‘Amaniel Vivo’ de Nina Elizabeth Mendez-Bisgaard y Maximiliam Stjernstrom, estudiantes del Grado en Fundamentos de la Arquitectura en la Universidad Europea de Madrid. Su propuesta, dotada con 3.000 euros, reimagina el enclave de Bellas Vistas (Tetuán) y el acueducto de Amaniel como un nuevo paisaje urbano vivo, más habitable y conectado.

El concurso ‘Sueña Madrid 2025’, enmarcado en el Plan Estratégico Municipal, buscaba implicar a estudiantes y jóvenes creadores en el diseño de la ciudad del futuro. En esta primera edición se han presentado 103 proyectos para transformar ocho espacios en desuso de la capital, de los que 56 han sido valorados y tres premiados. Durante el acto de entrega, celebrado en el Centro Cultural San Francisco-La Prensa, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, destacó la capacidad de las propuestas para imaginar “un Madrid más verde, más inclusivo y humano”, y subrayó el valor del talento joven como motor de transformación urbana.
Para Nina y Maximiliam, ‘Amaniel Vivo’ es la culminación de un recorrido formativo muy ligado a la cultura del concurso y al aprendizaje basado en proyectos reales. El trabajo nació como encargo académico en G5, con el catedrático de Arquitectura de la Universidad Europea, José Luis Penelas, y se apoya en una trayectoria previa de participación en certámenes impulsados desde distintas asignaturas. El propio Maximiliam recuerda que ya habían trabajado con docentes como Carlos Arroyo y, el año pasado, participaron en un concurso para Hispalyt con José Jurado, Néstor y Javier, donde obtuvo el premio local de Madrid. Esta experiencia acumulada, explica, refleja cómo la Universidad Europea “hace un buen trabajo al permitir que los estudiantes participen en concursos con una mano guía”, combinando acompañamiento docente y autonomía creativa.
El encargo del proyecto se presentó apenas dos semanas antes de la entrega oficial, lo que obligó al equipo a apoyarse en las estrategias urbanas y metodologías aprendidas en los numerosos cursos de urbanismo del grado. Lejos de verlo como un obstáculo, Maximiliam lo interpreta como una prueba de madurez, pues él y Nina ya estaban acostumbrados a pensar proyectos en clave de concurso, a trabajar en tándem y a tomar decisiones rápidas con una base sólida de análisis urbano. Esa combinación de formación académica, cultura de taller y contacto con convocatorias reales les ha permitido convertir un ejercicio docente en un proyecto premiado por el Ayuntamiento de Madrid.
En el corazón de ‘Amaniel Vivo’ está la voluntad de reactivar el acueducto de Amaniel y su entorno como pieza central de Bellas Vistas. El proyecto no plantea una intervención excesivamente compleja desde el punto de vista constructivo, pero sí rica en matices urbanos: busca recuperar un elemento patrimonial hoy en gran medida abandonado y ponerlo al servicio del barrio como espacio público activo, integrándolo mejor en la trama urbana, mejorando la conectividad peatonal y generando nuevas oportunidades de encuentro. En palabras de Maximiliam, se trata de demostrar que con una estrategia sensible y bien pensada “un proyecto relativamente sencillo puede aportar mucho valor” a un lugar que hoy está infrautilizado.
Maximiliam confía en que el premio sea “un impulso para nuestra carrera” y abre la puerta a que el Ayuntamiento considere seriamente la viabilidad de la propuesta. En cualquier caso, el galardón consolida a los autores como jóvenes arquitectos capaces de responder a retos urbanos reales y refuerza el papel de la Universidad Europea como espacio donde el aula, la ciudad y la profesión se encuentran.
Junto al primer premio obtenido por los estudiantes de la Universidad Europea, el jurado ha reconocido también otras dos propuestas. El segundo premio, dotado con 2.000 euros, ha recaído en ‘Raíces de Agua’, de Sofía Muñoz Montero y Natalia Díaz Amate, estudiantes de Arquitectura en la Universidad de Granada, para el entorno de plaza de Castilla. El tercer premio, con 1.000 euros, ha sido para ‘El Huerto de Antonio’, de Elena María Arenas Moure, egresada de la ETSAM, diseñado para el ámbito de Antonio López.
Tras la ceremonia se ha inaugurado una exposición con los 56 proyectos valorados, abierta al público y posteriormente itinerante por los distritos implicados en el concurso. La muestra permite a la ciudadanía descubrir de cerca las visiones y propuestas de estos jóvenes diseñadores, una generación que, como demuestra el trabajo de Nina Mendez-Bisgaard y Maximiliam Stjernstrom, ya está contribuyendo a imaginar el Madrid del futuro.