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Medicina y Salud
09 may 2024

Dieta para insuficiencia renal: la aliada del paciente

Editado el 09 Mayo 2024
manos sosteniendo un papel en forma de riñón

La influencia de la alimentación en casos de insuficiencia renal convierte al dietista-nutricionista en un elemento clave para su tratamiento. Los síntomas de esta enfermedad, que afecta a los riñones, mejoran notablemente cuando se sigue un plan de nutrición personalizado.

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Qué es la insuficiencia renal

La insuficiencia renal, o enfermedad renal crónica (ERC), es una dolencia por la que los riñones no filtran adecuadamente los desechos y el exceso de líquido de la sangre. 

Esta enfermedad tiene un impacto profundo en la salud de los pacientes porque les afecta de varias formas. Por una parte, el mal funcionamiento de los riñones da lugar a la acumulación de toxinas en la sangre. Esto provoca síntomas como fatiga, debilidad, náuseas, vómitos, picazón en la piel y dificultad para respirar.

Por otro lado, la insuficiencia renal genera desequilibrios en los niveles de líquidos y electrolitos. Sus consecuencias son hinchazón en las extremidades, presión arterial alta y deshidratación. Además, a medida que la enfermedad progresa, pueden surgir complicaciones más graves, como anemia o problemas óseos y cardiovasculares.

Tipos de insuficiencia renal y sus causas

La insuficiencia renal puede desarrollarse gradualmente o ser el resultado repentino de una lesión o enfermedad. Según este factor, nos encontramos con dos tipos de insuficiencia renal.

Insuficiencia Renal Aguda (IRA)

Es la que ocurre de forma repentina, generalmente por una disminución súbita del flujo sanguíneo a los riñones. Esto puede suceder a causa de diferentes problemas:

  • Lesión severa.
  • Deshidratación severa.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Obstrucción del flujo de orina.
  • Exposición a ciertas toxinas.
  • Como efecto secundario de algún medicamento.

Para tratar esta insuficiencia, debemos atender a la causa subyacente, corregir los desequilibrios electrolíticos y brindar soporte renal. A veces, la función renal puede recuperarse completamente si se trata a tiempo.

Insuficiencia Renal Crónica (IRC)

El tipo crónico se desarrolla lentamente durante meses o años como resultado de enfermedades crónicas. Entre las principales, están:

  • Diabetes mellitus.
  • Hipertensión arterial.
  • Enfermedades autoinmunes, como la glomerulonefritis.
  • Enfermedades hereditarias, como la enfermedad renal poliquística.
  • Infecciones renales crónicas

Su tratamiento debe centrarse en atender la enfermedad que la genera y promover cambios en el estilo de vida y la dieta. En casos avanzados, puede ser necesaria la diálisis o el trasplante renal.

La dieta en la insuficiencia renal: importancia y pautas

La elección de la dieta en la insuficiencia renal es un tema importante, porque puede mejorar enormemente la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, debemos tener en cuenta que las necesidades dietéticas varían según el estadio de la enfermedad y la persona.

Por eso, siempre es recomendable trabajar con un equipo médico que incluya un dietista-nutricionista. Este equipo desarrollará un programa de nutrición personalizada que se adapte a las necesidades y preferencias de cada paciente.

Como pautas generales para la dieta de una persona con insuficiencia renal, solemos encontrar las siguientes.:

Control de la ingesta de proteínas

Las proteínas se descomponen en productos de desecho que los riñones tienen dificultades para eliminar. Reducir la ingesta de proteínas disminuye la carga sobre los riñones y previene la acumulación de toxinas.

Asimismo, ayuda optar por fuentes de proteínas magras como pollo sin piel, pescado, claras de huevo y tofu. Se pueden incluir también proteínas vegetales en cantidades moderadas, como legumbres y nueces.

Restricción de sodio

Limitar la ingesta de sodio es importante para controlar la presión arterial y reducir la retención de líquidos. Se recomienda evitar alimentos procesados, enlatados y con alto contenido de sodio.

Control de potasio y fósforo

Los riñones dañados tienen dificultades para eliminar el exceso de potasio y fósforo. Por esta razón, se recomienda reducir la ingesta de alimentos ricos en ellos, tales como plátanos, naranjas, tomates y patatas para el primero; y lácteos, nueces y cereales integrales para el segundo.

Control de líquidos

En ocasiones, es necesario limitar la ingesta de líquidos para evitar su acumulación y controlar así la presión arterial. Es importante seguir las recomendaciones del dietista-nutricionista sobre la cantidad de líquidos permitida por día.

Consumo de calorías adecuado

Los pacientes deben recibir una cantidad de calorías adecuada para mantener un peso saludable. Se deben controlar las porciones y hacer ajustes en la ingesta de carbohidratos y grasas para alcanzar este objetivo.

Consumo de frutas y verduras

Es conveniente escoger frutas y verduras frescas, ya que suelen tener menos potasio y fósforo que las versiones enlatadas o procesadas. Además, algunas frutas y verduras tienen un contenido de agua alto, lo que es beneficioso para la hidratación. Por eso, en cualquier menú para la insuficiencia renal, no pueden faltar varias piezas de estos alimentos.

Planificación de comidas y registro de alimentos

Es recomendable cocinar en casa para tener un mayor control sobre los ingredientes utilizados. No obstante, mantener un registro de alimentos consumidos ayuda a identificar patrones y ajustar la dieta según sea necesario.

El seguimiento regular de un dietista-nutricionista es esencial para garantizar que la dieta sea segura y efectiva. Además de brindar orientación nutricional, este profesional ofrece apoyo emocional y motivación a los pacientes. Esto es importante para quienes se enfrentan a cambios importantes en su estilo de vida.