El estudio recoge los datos de pacientes ingresados en un hospital de neurorrehabilitación que habían sufrido un ictus menos de dos meses antes del ingreso.
El ictus es la principal causa de muerte en la Unión Europea y una de las principales causas de discapacidad en adultos. Sin embargo, la tasa de supervivencia en este tipo de achaques se encuentra en crecimiento y se espera que siga ascendiendo. El control postural es una de las variables que se ve afectada después de sufrir un ictus y puede conllevar consecuencias negativas para el afectado. Por tanto, evaluar el control postural es un elemento clave en la rehabilitación. Bajo esta premisa se enmarca el estudio ‘Predictive Validity of the Postural Assessment Scale for Stroke (PASS) to Classify the Functionality in Stroke Patients: A Retrospective Study’ en el que participa la fisioterapeuta, doctora en Ciencias de la Salud y co-directora del Máster de Fisioterapia Neurológica de la Universidad Europea, Cecilia Estrada Barranco.
Este estudio retrospectivo recoge los datos de pacientes ingresados en un hospital de neurorrehabilitación que habían sufrido un ictus menos de dos meses antes del ingreso. Los investigadores midieron el equilibrio con la escala PASS (Postural Assessment Scale for Stroke patients) y la funcionalidad con la FIM (Functional Independence Measure). Tras este análisis, encontraron relaciones significativas entre las puntuaciones PASS y las puntuaciones FIM en cada etapa de la recuperación del ictus, y entre las puntuaciones del PASS al ingresar en el hospital y las del FIM a los 12 meses.
Los resultados obtenidos en este trabajo muestran que el PASS fue una herramienta útil para predecir la funcionalidad de los pacientes con ictus en las fases aguda, subaguda y crónica. También mostraron que la evaluación del PASS en la fase aguda era una herramienta útil para predecir la funcionalidad de los pacientes con ictus a los 12 meses, estableciendo que las puntuaciones del PASS superiores a 8,5 puntos en el momento del ingreso hospitalario eran capaces de identificar un mayor nivel funcional a los 12 meses en los pacientes con ictus.