“Debía estar en 3º de Primaria cuando una profesora que tuvimos nos dijo que en un futuro no tendríamos trabajo, que todo el trabajo lo realizarían robots. Y fue en aquel momento cuando pensé en escoger la robótica como el área de mi futuro profesional. Me dije a mí misma ¿por qué no iba a ser yo quien hiciera esos robots que iban a dominar el mundo?”. Y así fue. Con estas palabras comienza su historia Verónica Ejido García, subdirectora de Grados de la Escuela de Arquitectura, Ingeniería y Diseño de la Universidad Europea (Escuela STEAM).
Verónica es una de las muchas mujeres que hoy en día forman parte de la Escuela STEAM de la Universidad. María Cruz Gaya, subdirectora de Postgrados de la Escuela, es otra de ellas, de las que apostaron a lo grande y lo consiguieron. “Gracias a la elección que realicé de Ingeniería Informática, he notado que a lo largo de mi carrera profesional se me han abierto muchas posibilidades que, a otras profesoras, compañeras o compañeros no les ha pasado”.
Eurostat y el Ministerio de Educación afirman que tan sólo el 16% de los profesionales TIC en España son mujeres. “Si a las empresas les falta mujeres, cosa que ocurre con las técnicas habitualmente, sobre todo en puestos directivos, está limitado el crecimiento que va a poder tener ese equipo. Cuantas más diverso sea un equipo, más posibilidades de innovación tiene. Más ideas vamos a tener sobre la mesa y más lejos vamos a llegar”, comenta Silvia Lavado Anguera, profesora de Grados y Postgrados de Ingeniería Industrial de la Universidad Europea. “La igualdad en el futuro es una realidad, no podemos aspirar a otra cosa, no puede ser de otra manera. Y más que igualdad, tiene que haber diversidad, tiene que ponerse en valor que todos debemos tener las mismas oportunidades y cada uno llegar, en base a sus intereses y capacidades, hasta donde quiera y se proponga”, añade.
Las mujeres suponen el 53% de los graduados universitarios en España, pero sólo el 19% de los graduados en estudios tecnológicos. Ante este escenario, María Cruz Gaya propone que uno de los primeros pasos que hay que dar es crear un “un buen postgrado que nos ayude a dirigirnos en ese sentido”, además de apostar porque la compatibilización de la familia y el trabajo esté repartida tanto por los padres como por las madres.
Por su parte, Ana María Manzanero, directora del Centro Profesional Europeo de Madrid de la Universidad Europea, comenta que “las cosas no están hechas para hombres o para mujeres, las oportunidades están ahí y depende de nosotras mismas el aprovecharlas. Creo que es una puerta muy importante que tenemos que abrir”.
“Si yo pudiera hablar conmigo misma a los 18 años, me diría que lo estoy haciendo bien, que realmente me esperan cosas súper buenas y que he escogido bien mi vocación y mi profesión”, termina diciendo Verónica Ejido García.