Durante su exposición Helena López reflexionó sobre el constante cambio en el que vivimos y la posibilidad de que los estudiantes se estén formando para adaptarse a ello. Otra de las variables que planteó en su discurso fue la presencia permanente de la tecnología en todos los ámbitos y como dibuja un nuevo paradigma tecno-económico.
En este contexto, López Casares, apuntaba que la educación supone un proceso de transformación del individuo que debe reenfocar su marco de actuación y establecer un equilibro entre el conocimiento técnico y teórico y la sabiduría humana. Por tanto, la educación supone un arma muy poderosa de transformación y cambio, desde la cual se toma conciencia de la realidad existente y debe de tener en cuenta fuerzas que están impulsando los cambios.
Helena López Casares finalizó su intervención señalando la importancia de la educación y cómo debe concentrarse en la formación de la humanidad de la persona, en un reaprender a Ser, con el fin de que seamos capaces de entender el mundo que hemos creado para imaginar el mundo que estamos llamados a construir.