Los estudiantes del módulo Internet de las Cosas (IoT) de 1º del CGFS Desarrollo Aplicaciones Multiplataforma de la Universidad Europea, han desarrollado cuatro trabajos que ponen de manifiesto lo que es el Aprendizaje Experiencial. En sus proyectos, los estudiantes han trabajado con dispositivos conectados en red que, a través de sensores y actuadores, hacen diferentes tareas que permiten la monitorización y el control a través de una plataforma web.
El proyecto “Invërancar”, realizado por Carlota Moreno y Ana Simango con componentes Arduino, permite el funcionamiento de un invernadero cuyo sistema de riego se activa cuando la humedad de la tierra es baja. Además, han desarrollado un sistema de ventilación e iluminación.
El “Smart Parking” es el trabajo que han llevado a cabo Sara Fernández, Jesús Bucce y Samuel Santos. Con esta iniciativa se pretende crear un parking inteligente que detecte el nivel de ocupación y que reproduzca canciones que evoquen al restaurante “Cabros Meal”, un icónico bar de los años 50.
Por su parte, “Hot Wheels Gallinero” trata de vincular el internet de las cosas a la industria avícola, poco explotada tecnológicamente. Este proyecto, realizado por Juanjo Rey, Adrián Cañadas y Enrique Perlado, permitiría mejorar la calidad de vida de los animales. Y, por último, el trabajo “Stayawayer”, hecho por Diego Terán, Alejandro Parada y Diego Montenegro con componentes Arduino, consigue mantener a la gente alejada gracias a la activación de ultrasonidos cuando se detectan personas cerca.
Los estudiantes han mostrado su satisfacción con el aprendizaje práctico que ofrece la Universidad Europea y han destacado la importancia del módulo IoT. “Este módulo te amplía totalmente la visión sobre lo que está pasando ahora mismo con el mundo de la tecnología y el internet, la automatización de las cosas que parecían estar impávidas viendo pasar el tiempo”, afirma Juanjo Rey, estudiante de 1º del CFGS Desarrollo Aplicaciones Multiplataforma de la Universidad Europea.
Carlota Moreno, miembro del proyecto “Invërancar”, considera muy positiva la realización del proyecto: “en clase hacíamos ejercicios y pruebas, pero realmente estábamos guiadas. Con este trabajo hemos tenido la autonomía de saber organizarnos, indagar un poco más sobre este mundo e incorporar nuevos materiales”. Mientras que Sara Fernández, del proyecto “Smart Parking”, ve en la metodología práctica una gran utilidad, no sólo para mejorar académicamente, sino para adquirir habilidades fundamentales para el futuro profesional: “al ser un trabajo en grupo hemos aprendido a repartirnos el trabajo como si estuviéramos en un proyecto real, mejorando así nuestras habilidades de trabajo en equipo”.