La Universidad Europea ha participado en la Semana de la Ciencia y la Innovación de Madrid, un evento que pretende involucrar activamente a los ciudadanos en la ciencia, la tecnología y la innovación. Para conseguir este propósito, la Institución ha ofrecido diez actividades diferentes.
“Creatividad y procesos cerebrales” es una de las actividades que se han desarrollado en la Universidad Europea para tratar de promover el estudio de la ciencia. En esta actividad dirigida a estudiantes de distintos colegios y cursos de formación, profesores y profesionales del área de la salud.
La creatividad ha estado rodeada de una especie de halo místico que ha dificultado el inicio de trabajos rigurosos de investigación en este campo. En la actualidad es un campo de interés con un gran valor como factor de desarrollo. En nuestro cambiante y complejo mundo, la creatividad es considerada como una capacidad innovadora, transformadora y constructiva, necesaria para la evolución.
Durante la conferencia que ofreció la Dra. Helena López-Casares Pertusa, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Comunicación de la Universidad Europea, los asistentes trabajaron tres de las habilidades del pensamiento creativo, como son el arte de hacer preguntas, la amplitud de límites y la asociación de ideas.
Como afirmó la profesora López-Casares en esta actividad, “los seres humanos hacemos preguntas para comprender la realidad que nos rodea y tener referencias. Las preguntas ayudan a estructurar el pensamiento, a sacar a la luz los puntos de fricción, a debatir nuevos puntos de vista, a asumir la responsabilidad y a ver lo que permanece más oculto por resultar lo menos obvio. Las preguntas inteligentes y abiertas provocan transformaciones, estimulan la aparición de nuevos caminos para pensar, provocan, su vez, nuevas preguntas y favorecen una mente viva y dinámica”.
La experta también explicó curiosidades sobre el cerebro, como que se encuentra formado por un 73% de agua o que es el órgano más graso de nuestro organismo. Finalmente, afirmó que utilizamos una gran diversidad de estructuras cerebrales en la generación de ideas creativas, tanto estructuras corticales como áreas del sistema límbico, y que la creación es un acto supremo que requiere concentración.