El futuro de la industria del entretenimiento pasa por las técnicas digitales. La animación por ordenador casi ha sustituido la animación tradicional y los videojuegos ya se han convertido en el sector cultural que más crece y más dinero mueve en el mundo. Sin embargo, la animación 3D no sería posible sin el rigging, por lo que es una de las materias que se abordan en nuestro Grado en Diseño de Videojuegos.
El rigging es una técnica utilizada en la animación digital en general a través del cual se crea la estructura que permite deformar y animar personajes de manera más sencilla y eficaz, a partir de un modelo o escultura digital en tres dimensiones.
Se trata de crear una estructura de “huesos” y controles que incluye movimientos preconfigurados para que los animadores puedan animar el cuerpo, los músculos, el rostro, la piel e incluso el cabello y la ropa de los personajes usando esos riggs específicos.
No obstante, los rigs no se utilizan únicamente para crear personajes, también se pueden usar para facilitar el movimiento de coches, barcos y aviones u objetos más sencillos como puertas y ventanas ya que su principal objetivo es facilitar el trabajo del animador 3D mediante nodos, huesos o manipuladores.
Para empezar, hay que contar con un boceto o un modelo 3D del personaje u objeto que se va a animar. Ese modelo se usa para crear el sistema esquelético que responde a la forma básica del personaje.
A ese modelo se le añade una estructura de huesos y articulaciones que dará forma y sentido a sus movimientos. Esas uniones se representan por una pirámide de estructura alámbrica que se conecta con los “huesos” virtuales. Tras construir la estructura básica de huesos (joints), estos se conectan con la geometría del modelo a través de un proceso que se llama skinning y, a su vez, con la estructura de control que le servirá para poder manipular y conferir la movilidad deseada, intentando que sea lo más realista, fluida y coherente posible.
Todo ese proceso de rigging se realiza usando programas específicos de 3D que permiten crear y editar los huesos (joints), como Blender, Maya o Autodesk 3ds Max. En 2D se usa Spine, por ejemplo. Luego, según el objetivo que se persigue con el rigging, habrá que determinar la posición, parámetros de rotación y la escala dentro de la estructura de control.
En cualquier caso, un buen rig se caracteriza por su perfección anatómica y funcionalidad. Debe responder de manera rápida, además de ser sencillo e intuitivo para facilitar la tarea de los animadores y que no tengan problemas provocados por la falta de movilidad o los movimientos antinaturales cuando se hace en 3D y 2D.
El profesional que se encarga de este trabajo se denomina rigger. Básicamente, trabaja con los modeladores y animadores, siendo la pieza que conecta ambos mundos. Mientras el modelador se encarga de crear el personaje con un software de modelado 3D, el rigger le añade un esqueleto para que el animador pueda colocarlo en todas las posturas necesarias.
Por tanto, aunque los riggers se especializan en el desarrollo de sistemas procedurales, necesitan beber de diferentes fuentes de conocimiento. El proceso de rigging en animación de personajes puede ser muy complejo, por lo que demanda tanto conocimientos técnicos como artísticos.
Un rigger no solo debe dominar las bases de la programación, matemáticas, cálculos y la física para comprender mejor los movimientos de los personajes y objetos, sino que también debe tener una formación artística mínima que le permita entender los requisitos anatómicos y visuales de los modelos con los que trabaja.
Dado que el rigging evoluciona constantemente para crear un mayor número de movimientos y lograr que sean cada vez más realistas, el mercado laboral demanda más modelos de riggs, por lo que se trata de una profesión con excelentes perspectivas. Si te interesa, puedes formarte con programas como nuestro Grado en Videojuegos online y nuestro Máster en Videojuegos (también en Valencia y en modalidad online).